El amor es un pájaro que vuela por el tiempo y el espacio, a veces veloz, otras despacio. El amor sin prejuicio y con libertad penetra en los corazones de gentes dispares, diferentes, que pertenecen a generaciones no coincidentes, a clases sociales opuestas, a familias enemigas, a culturas distantes. El amor no calcula, sólo siente, el amor se equivoca pero nunca miente. El amor no ve diferencias solo afinidades. El amor es un necio, un terco, un perseverante que a lo largo de la historia invade los corazones para juntar a la gente para bien o para mal, pero con la misión sagrada de despertar la pasión necesaria, para que la humanidad funcione y siga siendo profundamente humana.