Dice la vieja sanadora del alma.
No duele la espalda, duele la carga.
No duelen tus ojos, duele la injusticia.
No duele tu cabeza, duelen tus pensamientos. No duele la garganta, duele lo que no se expresa o se expresa con enojo.
No duele el estómago, duele lo que el alma no digiere.
No duele el hígado, duele la ira. No duele tu corazón, duele el amor. Y es él, el Amor mismo, el que contiene la medicina más poderosa..
*Gotas de amor y sabiduría