Anoche vi una película de arqueología. Hay una escena donde la protagonista le dice al otro protagonista que le han dicho que él es una persona complicada. El hombre sonríe levemente y sigue caminando por el lindo prado inglés. Él es un “excavador” empecinado, fiel a su trabajo, amante de lo que hace; orgulloso y a la vez humilde. Viendo esta película pensé en mí misma y recordé todas las veces que me han dicho que soy una persona complicada. Lo curioso es que me lo han dicho personas muy cercanas y queridas. Igual me han dicho que mi tono de voz, que mi manera de decir las cosas, no son apropiadas ni amigables. Me han dicho que debo usar palabras mas suaves, que no debo ser directa, ni cuestionarme tanto las cosas. ¿Qué es ser complicada? Es no guardar silencio; es no aceptar las sombras que te opacan; es luchar por las propias ideas y perseverar y ser consecuente, aunque haya que pagar un alto precio. Soy complicada, muy complicada… así es. No quiero la paz borrega, ni la dulzura melosa, ni mi voz silenciada solo para ser grata e invisible. Debemos ser complicadas para ser, para existir. He sido complicada y lo seguiré siendo.