- “Papá, en esa loma, en aquel potrero, que ahora es cafetal, en San Antonio, cogió 16 sacos de frijol, sembraba: frijol negro, frijol rojo, ñampí, ayotes, yuca, tiquizque, camote, culantro, lechuga, rábano, plátano, banano y café. Nada de esto lo compraba, él compraba arroz, manteca, sal, leche y carne. Se hacían tortillas, atoles, empanadas, para variar para que no se aburrieran los chiquillos. Había palos de limón, mandarina, naranja dulce. Antes no había ladrones que se robaran las cosechas porque desde chiquitos les enseñaban a sembrar, no había personas desocupadas”-.
Remembranza de Doña Flor Ferreto, junto a un café, una tarde de invierno.
