La cancillería hondureña se queja por la violencia ejercida por las autoridades guatemaltecas contra la caravana migrante (cosa que efectivamente es censurable); lo paradójico es que su gobierno es el responsable de la violencia interna, de la pobreza, de la exclusión social, del asesinato de líderes indígenas, de la concentración de riqueza y de la degradación ambiental.
No tienen nada de autoridad moral para exigir respeto por sus migrantes, cuando son ellos mismos quienes estimulan la migración.
