Para ampliar nuestra visión recurrimos a las partes altas de la montaña. Nos ayuda a tener perspectiva y visión general. No centrarnos en un solo punto, sino, abrir la mente a nuevas y diferentes posibilidades.
El aire puro llena los pulmones y renueva el cuerpo. Por siempre Paz en las faldas de nuestro Irazú.
Bendita Madre Naturaleza