Esta mañana pedí permiso a la planta de menta, tomé tres ramitas para hacerme un té y al hacerlo me encontré con una laboriosa araña, construyendo su tela, como debemos construir nuestra tejido en la vida: con todos los seres (incluídos los humanos). Unos hilos son cortos, otros largos, unos en el centro, otros en la periferia; uno solo débil, todos juntos fuertes.
