Me encanta ver a los perros ovejeros arrear a los grandes rebaños de ovejas. Esta semana me encontraba en tierras altas del volcán Turrialba y me llamó la atención el ruido de una oveja que corría camino arriba y camino abajo. Me acerqué y vi a una oveja arreando las vacas hacia los potreros de abajo, luego corría pa’rriba y volvía a arrear otras dos o tres vacas y así sucesivamente, hasta que todas las 24 vacas estuvieran en el respectivo potrero.
¡Curioso verdad!
