Para alguien común y corriente 74 años no dan para otras pretensiones.
Pero para un cantautor de mucho recorrido y mucha fama ese número respetable de años, no hacen que Silvio Rodríguez olvide su guitarra y se recoja.
Nacido en San Antonio de los Baños, hoy provincia de Artemisa, hijo de campesinos muy cubanos- tan cubanos como que los dos le hacían a la música y al canto- encontró que la mejor manera de decir, lo hacía cantando.
Y con su genio y su guitarra a cuestas, se abrió espacios como trovador, en un país donde se cuentan por muchos miles los que se dedican a la música y al canto.
Quien haya visitado Cuba sabe bien de que es que estoy hablando. No hay esquina ni local en los que no se oiga algo.
Voces de hombres y mujeres que se escuchan, diciendo algunas veces mucho y a veces diciendo poco, pero de forma siempre rítmica y acompasada.
Silvio es de los que desde siempre ha dicho mucho.