Durante un tiempo viví con mis Abuelos Maternos, fanáticos protestantes, ahí era prohibido escuchar emisoras o leer cosas que no tuvieran que ver con su religión.
Un tío mío, adolescente, pasaba horas enteras leyendo la Biblia, arrecostado a un sofá. Mi Abuelo pasaba de vez en cuando y le decía, hay mijito, como me alegra verte leyendo la Sagrada Palabra de Dios. ¿Porqué versículo va?
Un día accidentalmente me encontré la Biblia debajo de la almohada de su cama y sorpresa.
“Era solamente el empaste de la Biblia, dentro de ella lo que había era una novela del Santo, el enmascarado de Plata” que estaba muy de moda en esos años.
Lógicamente como buen sobrino, de mi tío que para mí era como un héroe, guardé el secreto, hasta ahora lo revelo, pero sé que de Facebook no pasará.