2020-19-11. Hoy amanecí con ganas de comerme una fresca y dulce piña, salí a comprarla, pedí me dieran una bien madura y amarilla.Llegue a la casa, la lavé, la pelé y partí algunos rodajas de la amarilla piña, pero me quedé con las ganas de probar su dulzura, insípida al punto que para que me supiera a “piña”, hube de añadirle azúcar y un poco de sal. Lástima que hoy hasta las frutas, son manipuladas en el laboratorio, donde sacrifican la calidad, por la cantidad.
