Después de un difícil parto, la mayoría estadounidense logró deshacerse de Trump. Es una buena noticia, sin duda, dada la locura imperante en Washington, que quien sabe hasta donde podría llevar al mundo en un segundo mandato de Trump.
¿Mejor o peor para América Latina? Peor no puede ser, pero ciertamente esta región no ha estado contemplada en la agenda electoral estadounidense.
Quizás baje la tensión con Cuba y incrementen las negociaciones para una salida pacífica del conflicto en Venezuela. Pero no lo sabemos. Habrá que esperar hasta después de enero para saber a qué atenernos.
Lo que me parece importante señalar, es que estas elecciones están indicando mucho más que un conflicto entre facciones políticas diferentes. Hay algo más estructural en la división que han mostrado estas elecciones. Algo más profundo que posiblemente seguirá manifestándose en el futuro próximo. Una especie de dos Estados Unidos, que difícilmente Baiden podrá reunificar. En fin, veremos.