Para mi no es edificante reunir a estos señores, y menos presentar este conciliábulo como expresión de unidad nacional. Están ahí presentes una mezcla entrelazada y espesa de faltantes y pecados. Corruptelas, vanidades, soberbias, charlatanerías, flojeras.
No, La Unidad Nacional la representan otras gentes, hay que buscarla en los campos, en los talleres, en las oficinas, en las aulas y los laboratorios.
Este sainete montado en mala hora y que produce escalofríos, representa lo que debe ser dejado atrás.